Marco Carrillo Avecillas, guardaespaldas de Héctor Vanegas, ex fiscal de lo Penal del Guayas, falleció la noche del miércoles anterior, a consecuencia de un disparo en el pecho, propinado por un grupo de delincuentes que intentó robar las pertenencias al ex funcionario y a su familia.
Según relató Jorge Flores, subjefe de la Policía Judicial del Guayas (PJ-G), el crimen se dio cuando tres sujetos encapuchados amedrentaron con armas de fuego al ex fiscal, en instantes en que regresaba a su domicilio, situado en la ciudadela Los álamos, norte de Guayaquil, Carrillo se percató del hecho e intervino para defenderlo.
Así como Carrillo, otras 50 personas han muerto a manos de ladrones en lo que va del presente año, convirtiendo al robo o hurto de las pertenencias de las personas en el 48% de las causas de los homicidios registrados, según un informe elaborado por el Observatorio de Seguridad Ciudadana de Guayaquil.
Desde el 1 de enero hasta el 23 de marzo de 2011 fueron 51 (de un total de 106) los crímenes atribuidos a bandas de asaltantes comunes, mientras que los registros durante el mismo período del año anterior dan cuenta de 24 casos -ocurridos por la misma motivación- lo que equivale al 14% de 168 muertes reportadas.
Bernardo Ovalle, coordinador del Observatorio, relató que si se realiza una relación directamente proporcional entre el avance del tiempo (11 semanas han transcurrido del presente año, lo que equivale al 18%) y el número de delitos que se comete, todos los porcentajes de las fechorías están por debajo de 18%, lo que significa que hay un control de los índices delictivos, no así el homicidio, que alcanza al 35% de porcentaje.
Sin embargo, para el jefe de Operaciones del Comando Provincial de Policía, Orlando Jácome, la sensación de cierta inseguridad en la ciudad se debe a que hay un delito que tiene mayor impacto en la ciudadanía: el robo a personas.
Con respecto a los homicidios, el oficial confirmó que la cantidad de casos se ha elevado y explicó que entre sus causas o motivación no consta el robo de vehículos.
Relató que la Policía intentó relacionar algún hecho de sangre ocurrido el año anterior con el robo de vehículos y descubrió que ese no fue el motivo en ningún caso.
“Esto es un paradigma que se crea en la ciudadanía al pensar que el robo de vehículos está asociado de alguna manera con las muertes, pero las estadísticas arrojaron que en ninguno de los casos de los homicidios la motivación fue el robo del vehículo”, indicó Jácome, quien agregó que generalmente los carros son robados para cometer otros delitos.
Mientras los controles policiales continúan y la violencia sigue, en el Guasmo Sur, por ejemplo, los moradores han cambiado su rutina de vida. “No dejo ni salir a los niños a la calle, y cuando salimos no nos podemos quedar hasta más de las 20:00, porque los taxistas no quieren venir por temor a ser asaltados”, comentó una vecina.
La Policía dice que esta zona tiene una alta incidencia de homicidios. Esa categorización la comparte con la Isla Trinitaria, en el sur, y Bastión Popular, en el norte.
Por su parte, Ramiro Mantilla, comandante del Distrito Metropolitano de Guayaquil, indicó que entre las medidas que se han adoptado para solucionar ese tipo de problemas están las acciones de inteligencia para desarticular bandas, patrullajes permanentes, control de motocicletas, de armas y el acercamiento de la Policía a la comunidad.
Asimismo, la limitación en el horario de expendio de bebidas alcohólicas y funcionamiento de bares son otros de los controles impuestos por las autoridades.