El Consejo de Seguridad de la ONU inició hoy una reunión para analizar la petición del Gobierno libio que planteó una convocatoria urgente para una sesión del organismo que tenga como finalidad detener la intervención militar extranjera contra el régimen de Muamar el Gadafi.
«Vamos a celebrar consultas informales para acordar cómo atendemos la carta que hemos recibido de Libia», dijo a la entrada de la reunión el presidente de turno del Consejo de Seguridad, el embajador chino, Li Baodong.
Fuentes diplomáticas occidentales indicaron que no esperan que se adopte ninguna decisión en la reunión de hoy, que consideran «una buena oportunidad para ser transparentes con los otros miembros del Consejo sobre las acciones que se han llevado a cabo» en Libia en los últimos tres días.
Al mismo tiempo, recordaron que la misma resolución 1.973, que autoriza el uso de la fuerza contra el país magrebí, ya contempla que se revise su implementación a los siete días de su adopción, que se cumplen el próximo jueves.
La carta enviada este fin de semana por el ministro de Exteriores libio, Musa Kusa, pide una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad para detener las operaciones militares contra su país, que el Gobierno de Gadafi ha calificado de «agresión que amenaza la paz».
Por su parte, el primer ministro de Rusia, Vladimir Putin, comparó hoy mismo la resolución de la ONU con un llamamiento medieval a una cruzada, un término que luego fue tildado de «inadmisible» por el presidente de ese país, Dmitri Medvédev.
«Me recuerda a un llamamiento medieval, a una cruzada, cuando alguien llamaba a alguien a ir a determinado lugar a liberar algo», dijo Putin, citado por la agencia Interfax, en una conversación con un grupo de obreros en Vótkinsk (centro del país).
El ministro alemán de exteriores, Guido Westerwelle, también mostró este lunes su desaprobación a la intervención militar extranjera en Libia por el «riesgo» que representa de agravar la situación.
Rusia y Alemania fueron junto a China, India y Brasil los cinco de los 15 miembros del Consejo de Seguridad que se abstuvieron en la votación del pasado jueves, en la que se adoptó la resolución.
El documento autoriza a tomar «todas las medidas necesarias para proteger a los civiles y las áreas civiles bajo ataques de Libia, incluyendo Bengasi», al tiempo que establece una zona de exclusión aérea.
Excluye asimismo la ocupación por fuerzas extranjeras de parte alguna del territorio libio y pide, además, el inmediato establecimiento de un alto el fuego y el fin completo de la violencia y todo tipo de ataques y abusos contra la población civil.