El presidente de la República, Rafael Correa, instó ayer a los países miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) a gravar las exportaciones de crudo que produzca el organismo con el objetivo de crear un fondo mundial que permita desarrollar programas para la reducción de gases de efecto invernadero.
Durante el primer día de exposiciones en la Cumbre Internacional del Medio Ambiente (CIMA), que se efectúa en Guayaquil, el Jefe de Estado reiteró la propuesta que Ecuador viene presentando a los países miembros de la agrupación petrolera.
Correa explicó que, con el objetivo de crear una “justicia ambiental”, la OPEP debería gravar en un 5% su producción de petróleo para que los países que más consumen el combustible fósil -y que son los que más contaminación producen- paguen más por la cantidad de dióxido de carbono que expulsan a la atmósfera.
El Mandatario comentó que de aprobarse esta medida se podría recaudar cerca de 40 mil millones de dólares anuales que permitirían crear un fondo mundial que compense a los países pobres que son productores de petróleo y que son generadores de bienes ambientales. Dentro de esta categoría está Ecuador, el cual es productor de petróleo, pero es uno de los países que menos contamina y que tiene más del 34% de sus bosques protegidos.
Otro de los fines a los que podrían dirigirse esos fondos, propuso Correa, sería al desarrollo de tecnologías que busquen la reducción de emisiones de gases de dióxido de carbono en el mundo.
Y también sugirió que este fondo mundial podría ser utilizado para asistir a las naciones que son afectadas por el cambio climático en temas de gestión de riesgos.
El gobernante aprovechó su intervención en el CIMA -que se extenderá hasta el próximo sábado en el Centro de Convenciones de Guayaquil- para emplazar a los miembros de la OPEP a ser las naciones líderes en temas de energía sostenible.
Correa dijo que los mayores problemas en el cambio climático, en la actualidad, no tienen relación con las áreas técnicas sino con el campo político y las relaciones de poder de las grandes potencias, que han dificultado los avances en las diferentes reuniones climáticas realizadas: el tratado de Kioto y las Naciones Unidas (ONU).
“La OPEP, frente a la reticencia de los países generadores de gases de efecto invernadero y culpables del cambio climático, puede y debe ser el poder que incline la balanza para la sostenibilidad del único planeta que tenemos”, recalcó el gobernante.
El Presidente también reiteró la propuesta ecuatoriana denominada Emisiones Netas Evitadas (ENE), que consiste en compensaciones económicas a los países que reducen la cantidad de gases contaminantes que expulsan a la atmósfera.