Aunque se preveía que el oleaje por el tsunami en Japón golpeará la costa continental ecuatoriana sobre las 19:30, este se dio entre las 23:30 y 01:30 de ayer, causando la destrucción de cientos de embarcaciones pesqueras artesanales acoderadas en este puerto pesquero de Santa Rosa en la península de Santa Elena.
Pascual Ponce, desde el malecón, observaba la destrucción. Una frase resume lo que siente este manteño de 37 años, seis de los cuales ha vivido en Santa Rosa: “Nunca en mi vida, ni en película, había visto esto que pasó”.
La angustia y preocupación era evidente en los rostros de los humildes pescadores y de sus familiares que desde las primeras horas de este sábado evaluaban la magnitud de los daños que sufrieron sus instrumentos de trabajo (artes de pesca, espineles -grandes anzuelos- y motores fuera de borda).
Los relatos daban cuenta de las acciones intrépidas de los pescadores que, desesperados, no dudaron en lanzarse al mar embravecido -en la madrugada- para tratar de rescatar sus fibras y pangas.
“Los pescadores vieron cómo las lanchas se comenzaron a destruir, hay mucha gente que se tiró al mar para poder salvar un poco las herramientas de trabajo, pero lamentablemente los hechos están dados”, dijo a Andes, Gabriela Cruz, presidenta de la Federación Nacionall de Cooperativas Pesqueras (Fenacopec).
La dirigente gestionó la ayuda del Gobierno, tomando en consideración –dijo- que la pesca es la única fuente de trabajo de los afectados, quienes están endeudados con instituciones bancarias.
Las autoridades de Gobierno pidieron que se levante un registro de los daños. Los datos preliminares dan cuenta de perdidas por alrededor de un millón seiscientos mil dólares.
De acuerdo a las cifras que maneja Cruz, al menos unas 80 embarcaciones quedaron totalmente destruidas, sin considerar las lanchas que sufrieron resquebrajamientos considerados no tan graves, pero que suponen el gasto promedio de mil dólares para su reparación.
La gobernadora de Santa Elena, Noralma Zambrano, dijo a Andes que las embarcaciones afectadas serían unas ciento cincuenta.
Señaló que esta situación ya fue informada al presidente de la República, Rafael Correa, quien instruyó el levantamiento de un catastro con el objetivo de realizar un proyecto especial para restituir las embarcaciones a los pescadores.
El capitán de Puerto de Salinas, teniente de Navío Jaime Lasso, indicó que el oleaje que se presentó en una hora que no se esperaba (entre las 23:30 y la 1:30 AM) golpeó fuertemente al sector donde se ubica el puerto pesquero, que es una caleta que no tiene salida por lo que fue impactado de forma directa por las olas.
“Unas quinientas, seiscientas embarcaciones que estaban aquí golpearon entre sí y se fueron contra las rocas”, relató el oficial.
Además, la Capitanía del Puerto reportó que los atracaderos del Yacht Club del balneario de Salinas resultaron afectados, de 30 a 50 costosas embarcaciones estuvieron al garete; y dos o tres se hundieron.