Los partidarios del régimen de Hosni Mubarak están siendo expulsados de la plaza Tahrir, pero se mantienen los choques esporádicos entre los dos sectores, según pudo comprobar Efe.
Entre los partidarios de Mubarak había algunos que llegaron al lugar montados a caballo y en camellos, irrumpiendo en la plaza a galope, pero fueron contenidos por grupos de manifestantes.
Sigue el lanzamiento de piedras entre los manifestantes. Efe pudo ver cómo era sacado del lugar un joven con abundante sangre en la cabeza por la pedrada recibida.
Sólo hubo un momento de paz, en algunos lugares de la plaza, coincidiendo con el llamamiento a la oración, en la que participaron filas de muchos fieles, mirando hacia la meca.
Pero en otros sectores de la plaza el llamamiento a la oración no se respetó, y persistían el intercambio de pedradas entre los dos bandos.
Los militantes gubernamentales comenzaron a ser expulsados por civiles del bando contrario que intentaban calmar los ánimos, mientras el núcleo de los activistas de la oposición permanecía en el centro de la plaza.
En todo el momento, el Ejército no ha irrumpido en la plaza y se mantiene controlando los accesos, pero hay signos de desbordamiento por lo menos en uno de ello, cerca de la sede de la Liga árabe.
Hay miles de partidarios de Mubarak que siguen acercándose a los alrededores de la plaza Tahrir, en algunos casos a bordo de barcas que navegan por el Nilo.
Algunos de los partidarios de Mubarak perdieron sus identificaciones durante la refriega, y, según imágenes mostradas por la cadena qatarí de televisión Al Yazira, se trataba de policías.
En la calle Gamet el Dual, en el barrio de Mohandesin, miles de manifestantes que apoyan a Mubarak se unieron delante de la mezquita Mustafa Mahmud y causaron el bloqueo del barrio.
Estos manifestantes corearon «No a la manifestación, no a la destrucción», «Abajo los agentes», y «Mubarak, el piloto, no deje que se encienda el fuego».
Es la primera vez desde que estallaron las protestas en Egipto que partidarios de Mubarak irrumpen en la plaza Tahrir, epicentro de las protestas de los últimos días contra su régimen, vigente desde 1981.