Los médicos del Hospital Memorial Hermann, de Houston (Texas), habían pasado previamente la condición de Giffords de «grave» a «buena», más de dos semanas después del ataque en el cual murieron seis personas y 14 más resultaron heridas.
Esta mañana, la Policía detuvo el tránsito en algunas áreas del centro médico y escoltó la ambulancia en la que trasladaban a Giffords al centro de rehabilitación, a unas dos cuadras de donde se encontraba en la unidad de cuidados intensivos.
Giffords fue transferida el viernes pasado desde el Centro Médico Universitario de Tucson al hospital en Texas, estado en el que reside su esposo, Mark Kelly, que es astronauta y trabaja en el Centro espacial Johnson de Houston.
Kelly indicó que ayer su esposa fue capaz de ver, desde la cama del hospital, el discurso sobre el Estado de la Unión que el presidente Barack Obama pronunció ante las dos cámaras del Congreso.
De hecho, se distribuyeron fotografías en las que se ve a Kelly tomar la mano de su esposa, pero ella no aparece en las mismas.
Debbie Wasserman Schultz, que es legisladora de Florida, también demócrata y amiga de Giffords, señaló hoy a CNN que Kelly está esperanzado en que su esposa pueda recuperarse completamente.
La bala que la hirió el pasado 8 de enero, entró por el lado izquierdo de la frente y salió por la parte trasera del cráneo dañando algunos tejidos, pero sin afectar porciones mayores del cerebro.
El lunes pasado, el sospechoso de ser el autor del ataque se declaró no culpable de los cargos de intento de asesinato de la legisladora y de dos de sus asistentes.
Jared Lee Loughner, de 22 años, presentó su declaración en una audiencia en una corte federal de Phoenix (Arizona).