Toyota Motor llamó hoy a revisión a alrededor de 1,5 millones de vehículos en todo el mundo, la mayoría en Japón, por distintos defectos que podrían causar una pérdida de combustible, informó el fabricante nipón.
Un portavoz del líder mundial del motor explicó que en Japón serán inspeccionados 1,2 millones de vehículos de casi una veintena de modelos, en el que supone segundo mayor llamamiento a revisión en el país asiático de los últimos cincuenta años.
Además, en Estados Unidos la multinacional japonesa ha llamado a revisión voluntaria a otros 245.000 vehículos, todos ellos de su marca de lujo Lexus, también por problemas en el sistema de combustible.
Según Toyota, la mayoría de los vehículos afectados podrían tener un defecto en el sensor de presión o el tubo de combustible, lo que podría causar filtraciones.
El último llamamiento supone un nuevo revés para la maltrecha reputación de la multinacional japonesa, que desde finales de 2009 ha llamado a revisión a casi quince millones de vehículos en todo el mundo, buena parte de ellos en Estados Unidos.
Ello llevó al grupo a emprender una campaña para lavar su imagen que incluyó la creación de un comité especial de calidad para reforzar los controles sobre sus vehículos, fomentar la transparencia y potenciar la comunicación con los usuarios.
Entre los modelos afectados por el nuevo llamamiento a revisión de Toyota en Japón están las minifurgonetas Noah, Voxy e Isis, además de su todoterreno urbano (SUV) RAV4, algunos modelos Crown y versiones de la marca Lexus fabricados entre 2000 y 2008.
Antes de esta decisión, más de 50 usuarios habían informado de problemas en el sistema de combustible de algunos de esos modelos, indicaron a Efe fuentes del Ministerio japonés de Transporte.
En Estados Unidos el problema se refiere al sensor de presión de combustible, que podría aflojarse con el tiempo y provocar a su vez una pérdida de líquido en varios modelos de Lexus fabricados entre 2006 y 2009.
Tras el anuncio de Toyota, las acciones de la compañía cayeron en la Bolsa de Tokio un 1,88 por ciento hasta cerrar en 3.400 yenes.