En el acto de donación, la ministra coordinadora de Patrimonio, María Fernanda Espinosa, agradeció a Avina por haber dado este «primer paso».
Espinosa expresó su esperanza de que Avina abra las puertas para que otras organizaciones donen dinero a la iniciativa Yasuní, que pretende dejar de explotar un yacimiento de crudo en la Amazonía ecuatoriana, donde hay el 20% de las reservas petrolíferas del país.
Por su parte, la representante de Avina en Ecuador, María Eulalia Pozo, dijo que este proyecto «plantea un modelo de desarrollo innovador».
Si prospera la iniciativa Yasuní, Ecuador dejará de extraer 846 millones de barriles, lo que evitará la emisión de 407 millones de toneladas de dióxido de carbono.
El Gobierno ecuatoriano se comprometió a dejar este yacimiento bajo tierra, siempre que la comunidad internacional aporte la mitad de los beneficios que se obtendrían si lo explotara.
En caso de no recibir el apoyo de la comunidad internacional, el Gobierno explotará el yacimiento con el menor impacto ambiental posible.
De momento, Ecuador ha recibido aportes de varios Gobiernos como Chile, España y de la administración regional de Valonia (Bélgica), mientras otros como Alemania e Italia, Noruega, Portugal y Canadá están interesados en el proyecto.
El bloque petrolero Ishpingo-Tambococha-Tiputini (ITT) se sitúa en un extremo del Parque Nacional Yasuní, en la selva amazónica y es considerado por científicos como uno de los sitios de más alta concentración de biodiversidad del mundo.