El local es esquinero, paredes durazno y grandes puertas. Al interior, ese inconfundible olor a pan recién hecho y en letras amarillas y rojas se lee: “Panadería y pastelería Inglesa”. Esta panificadora se encuentra al sur de la capital ecuatoriana, en el barrio El Conde, y fue una de las primeras en incorporarse al proyecto “Pan líder”.
Este programa, que nació desde los panaderos y que actualmente es impulsado por el Ministerio de Industrias y Productividad (Mipro) quiere convertir a las panaderías populares del país en empresas de excelencia.
El plan pretende cambiar el modo de operar y el estilo de vida de 8.000 beneficiarios, quienes se capacitarán, mejorarán sus prácticas de manufactura, ampliarán su mercado y renovarán su maquinaria de trabajo.
El coordinador del programa, Fabián Espinoza, explicó a Andes que “no se trata solo de cambiar los hornos”, sino de proporcionar un nuevo estilo de vida a las familias.
Ya que las ganancias de esta industria se reflejan en el volumen de venta, lo que se necesita, según el funcionario del Mipro, es “tener buenas prácticas para lograr que los panaderos accedan a un mayor mercado que sería proporcionado por el Estado”, ya que este se convertiría en su primer cliente y compraría sus productos para diferentes programas gubernamentales.
El cambio de prácticas incluirá el manejo correcto de los alimentos, la higiene y la inocuidad alimentaria, que va desde el modo de amasar y hornear hasta la clase de materiales que se utilicen en la preparación.
Edwin Trujillo es el dueño de la “Panadería y pastelería Inglesa” y uno de los pioneros de la iniciativa. En su negocio, desde ya, ha implementado ofertas para mejorar el servicio al público, por ejemplo, por la compra de 12 panes, se entrega uno gratis. También hay bolsas de pan listas para el usuario por un valor de 50 centavos.
Lo que les interesa es que la renovación venga acompañada de la calidad, como lo dice Trujillo: “Nosotros propusimos la idea y hemos hecho las primeras pruebas del pan, tenemos expectativa en que esto beneficie a todos”.
Una vez que los beneficiarios hayan mejorado su forma de trabajar, vendrá la ampliación del mercado con la implementación de la marca “Pan líder”. Un pan nutricionalmente mejorado, que incluirá no solo harina de trigo, sino otros cereales como yuca, avena o quinua y proporcionará vitaminas como ácido fólico y hierro. Su composición será de un 57 por ciento de harina de trigo, un 13 por ciento de quinua o soya, huevos y leche.
Una primera prueba de este pan se realizó en el sur de Quito, con la entrega de 1.500 panes en la Escuela Fiscal Gonzalo Zaldumbide, donde fue gratamente acogido. “Nos agradecieron y les gustó mucho el pan, se hizo una encuesta entre los niños y les fascinó”, recuerda Trujillo, y anota que el precio de cada unidad será de 12 centavos.
El propósito es “quitar el estigma del pan popular” ya que a pesar de ser económico debe tener nutrientes necesarios para una buena alimentación.
Con el “Pan líder” posicionado, las panaderías recibirán mejores ingresos y los beneficiarios podrán obtener un crédito para renovar su maquinaria y adquirir un “kit panadero”.
“Una vez que alcanzamos a darles mercado, la idea es cambiarles las máquinas para que sean eficientes, y podrán pagarlas al tener más ingresos”, explica Espinoza.
El “kit panadero” incluye: amasadora, horno, leudadora y cortadora, además del mobiliario, según las necesidades de cada operador. Este tendrá un costo aproximado de 8.000 dólares.