Los presidentes de Chile, Sebastián Piñera, y de Perú, Alan García, coincidieron hoy en Santiago en aparcar la demanda marítima de Lima en el tribunal de La Haya y estrechar su integración fronteriza y económica para combatir la pobreza y el subdesarrollo.
Piñera recibió hoy en el Palacio de La Moneda (sede de Gobierno) a su homólogo peruano, en la primera actividad de su visita oficial de dos días a Santiago, que se produce sólo dos meses después del viaje del mandatario chileno a Lima, el pasado noviembre.
Al comparecer ante la prensa, García reconoció que durante su reunión con Piñera ambos conversaron sobre la demanda que su país interpuso en 2008 ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya para modificar a su favor el límite marítimo con Chile.
Los gobernantes coincidieron en que sus países van a respetar el fallo del tribunal de Naciones Unidas, pusieron énfasis en que este litigio no debe trabar el resto de la agenda común y resaltaron que éste «es el mejor momento de las relaciones bilaterales».
«Perú y Chile van a respetar lo que resuelvan los tribunales, y van a ser siempre respetuosos del derecho y los tratados internacionales», dijo Piñera.
«Perú no caería jamás en la condición de paria internacional» al no admitir el veredicto, remarcó García, que además indicó que su país no influye en las negociaciones entre Santiago y La Paz para dar solución a la aspiración boliviana de tener una salida al mar, que perdió en una guerra contra Chile a fines del siglo XIX.
«Si hubiera alguna vez alguna solución, qué bien, eso es lo natural, pero no intervenimos, porque es un tema bilateral», señaló.
En tanto, Piñera reiteró que ambos países no tienen «ningún problema» en que Bolivia pueda acceder al expediente de La Haya, aunque aseguró que ese país «aún» no lo ha solicitado.
El presidente chileno defendió también su estrategia de separar ese litigio del resto de la relación bilateral, lo que supuso un viraje respecto a la postura de su antecesora, Michelle Bachelet, que además le ha costado críticas internas.
Según Piñera, si ambos países hubieran optado por enfrentarse o ignorarse, habrían «perdido mucho tiempo» en asuntos que benefician a sus pueblos y también en prepararse para «enfrentar el día en que el tribunal de La Haya adopte una resolución».