Hasta la parroquia San Isidro, en el cantón Sucre (Manabí), llegó esta martes el Jefe de Estado, Rafael Correa, para solidarizarse con los familiares de las víctimas del accidente del bus de la cooperativa Reina del Camino, ocurrido el pasado 24 de diciembre.
Previo a una reunión privada con los afectados, el Mandatario cuestionó la resolución de un Juzgado de la Niñez, la Adolescencia y la Familia de Guayaquil, de levantar la sanción a la cooperativa para que continúe con sus operaciones.
Correa calificó esto como otro caso de corrupción. «Se trata de un juez suplente, y de niñez y Adolescencia, ¿acaso ese juez no conoce que 11 niños murieron en ese accidente? (…) Qué más agravantes quieren, 39 muertos, llantas lisas, sobrecarga de pasajeros, licencia falsificadas», subrayó.
El Presidente anunció que el Gobierno ayudará a los familiares de las víctimas mortales y sobrevivientes. Para ello se ha dispuesto la atención con programas de vivienda y en educación para los menores que quedaron huérfanos.
Indicó, además, que se estudiará cómo sustituir a la cooperativa causante de la tragedia. En ese sentido, recordó que el Régimen está haciendo su parte con la renovación de carreteras y del parque automotor, pero que mientras «haya irresponsables que falsifiquen sus licencias y cooperativas que no controlen, será difícil el trabajo».
Las declaraciones del Jefe de Estado se dieron mientras esta mañana, socios y empleados de Reina del Camino se reunieron en Portoviejo y definieron que por lo pronto sólo 80 de las 131 unidades que poseen empezarán a operar.
El resto de unidades tienen problemas mecánicos y de documentación y se irán incorporando en los próximos días.