Ecuador quiere que la conflictiva frontera de su país con Colombia sea un territorio de paz en el que no tengan cabida grupos armados ilegales ni actividades ilícitas, dijo hoy el nuevo embajador de Quito en Bogotá, el ex ministro Raúl Vallejo.
«La política del Gobierno ecuatoriano es no permitir que en su territorio se instale ningún tipo de grupo irregular», ratificó Vallejo durante una conferencia con la prensa en la capital colombiana, adonde viajó el miércoles para asumir sus funciones.
Vallejo expresó que su arribo a Bogotá es el símbolo de que las relaciones bilaterales, rotas por Ecuador en marzo de 2008 tras una acción militar colombiana en su territorio, «están plenamente restablecidas».
La política ecuatoriana sobre los grupos irregulares tiene alcance tanto sobre paramilitares y narcotraficantes como sobre «la guerrilla de cualquier signo y de cualquier nombre», advirtió el embajador.
En este contexto, Vallejo resaltó que las autoridades antidroga de su país alcanzaron el año pasado «una cifra récord en la historia nacional» en cuanto a pérdidas infligidas a los narcotraficantes.
En 2010, «el narcotráfico perdió 620 millones de dólares», subrayó el diplomático, para apuntar que esta cifra «implica el decomiso de alrededor de 18 toneladas de droga».
Además, Vallejo resaltó que las acciones de su país solamente contra las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) permitieron desmantelar el año pasado 125 «instalaciones» o «pequeños destacamentos» de esta guerrilla.
La cifra supera a la de bases rebeldes intervenidas en 2009, que totalizaron 121, y es inferior a la de 2008, cuando sumaron 170.