Las agremiaciones de panificadores del país adelantan gestiones para reunirse con los representantes de las molineras, con el fin de consensuar el precio del saco de harina que hasta finales de diciembre se mantuvo en 35 dólares gracias a un acuerdo al que llegaron ambos sectores, con la mediación del Gobierno Nacional.
Isabel Dávila, presidenta de la Federación Nacional de Panificadores (Fenapan), comenta que tiene previsto reunirse entre hoy y el jueves con los sindicatos de molineros para llegar a un nuevo acuerdo sobre el valor del producto elaborado a base de trigo.
En caso de que el saco de harina aumente, los panaderos se verían obligados a elevar el valor del pan popular de 10 a 12 centavos de dólar.
La titular de la Fenapan asegura que ha mantenido contactos con representantes del sector productor de harina por lo que espera en esta misma semana arrancar con las negociaciones.
Sobre la participación del Ministerio de Coordinación de la Producción, Empleo y Competitividad, Dávila indica que hizo, la semana anterior, las gestiones para que la cartera de Estado vuelva a participar como mediadora en las negociaciones. Sin embargo, hasta ayer, aún no recibía una respuesta a su propuesta.
Este diario intentó conocer cuál sería la postura de la cartera de Estado ante las negociaciones, pero la solicitud de entrevista enviada al departamento de comunicación no fue respondida.
Por su parte, Rafael Serrano, presidente de los industriales molineros del Ecuador, acepta que el precio del saco de harina se ha elevado de 35 a 37,50 dólares en las últimas semanas, según él, debido a los precios fluctuantes del trigo en el mercado internacional.
El industrial reconoce que el año anterior hubo un acuerdo con los panificadores y con el Gobierno, pero aclara que ese pacto culminó el 30 de noviembre y no a finales de diciembre.
Serrano comenta que conociendo el mercado nacional, espera que el actual precio del saco de harina se mantenga hasta finales de enero. Pero asegura que -debido a las tendencias internacionales- podría elevarse en febrero.
“Nosotros buscamos el menor impacto posible en los consumidores finales. El sector molinero se reunirá para analizar los costos de producción (…) De haber modificaciones en los precios, estos se darían a partir de febrero”, advierte el industrial.
Sin embargo, y a pesar de que no ha recibido hasta el momento una invitación formal, el presidente de la agremiación de molineros subraya que su sector está totalmente dispuesto a dialogar con los panificadores y con el Gobierno para llegar a un acuerdo “que sea el que menor impacto tenga”.