Un proyecto internacional con participación española ha secuenciado el genoma de la fresa silvestre, dotado de 34.809 genes, un logro que ayudará a comprender cualidades como el sabor, el color o el aroma.
El hallazgo ha sido publicado en el último número de la revista Nature Genetics y ha involucrado a alrededor de medio centenar de investigadores de una treintena de instituciones científicas, preferentemente de Estados Unidos, Nueva Zelanda y Europa.
Según explicó el español Pere Arús, del centro de investigación catalán IRTA involucrado en el proyecto, el genoma de esta fresa silvestre representa alrededor de la cuarta parte del genoma de la fresa cultivable.
Su secuenciación aportará datos interesantes sobre las cualidades de este fruto y del resto de rosáceas, del que forman parte los árboles frutales de clima mediterráneo, como los perales, manzanos o melocotoneros, añadió.
El trabajo ayudará a descifrar los genes que determinan el color de la fresa silvestre, que no se conocen en su totalidad, y otras características como la época de floración y el contenido en azúcares y ácidos.
Ya se había descifrado en verano el genoma del manzano, y pronto estará secuenciado también el del melocotón en el marco de otro macroproyecto en el que participa el IRTA, anunció el investigador Arús.
La fresa silvestre se consume en España en cantidades pequeñas y se produce sobre todo en invernadero, frente a la cultivada, de la que España es exportadora y productora líder en Europa, con plantaciones principalmente en Huelva.
En 2007 se cultivaron 3,5 millones de toneladas de fresas en el mundo, y de ellas, 264.000 en España.