Eran las 11:00 de este viernes y los alrededores del estadio George Capwell, ubicado en la avenida Quito y San Martín, se veía largas filas de fanáticos que esperaban por un boleto para ver la final del campeonato nacional de fútbol ecuatoriano entre Emelec y Liga de Quito, que se jugará el domingo, a las 16:00.
A lo largo de la calle Guaranda, cerca del escenario deportivo, los vehículos pitaban para poder seguir su marcha, pero en las siguientes calles como San Martín, Argentina y General Gómez, la parada de carros era desesperante.
María Sánchez, hincha de Emelec, tuvo que bajarse del vehículo, estacionarlo y caminar cerca de dos cuadras para comprar el boleto en las ventanillas. “No me importa este tráfico vehicular, lo único que quiero es ver a mi equipo el domingo”, enfatizó.
En las boleterías, los vendedores cumplían con la orden de solo vender dos entradas por persona. Cada una costaba US$ 8, pero había quienes una vez compradas sus dos entradas, volvían hacer fila, para luego revenderlas a 16.
En la calle General Gómez, la situación estaba más calmada, aunque la columna era igual de larga como la de Portete. En este lugar, los aficionados hacían fila para obtener los boletos de tribuna y palco, los cuales estuvieron a un costo de US$ 12 y 25, respectivamente.
El motivo del estancamiento se debía a que en las ventanillas supuestamente se habían acabado las entradas. Pero no hay una versión oficial del club azul.
Fue allí, que los hinchas azules intentaron dañar varias puertas del estadio, pero llegaron un grupo de motorizados policiales para calmar la situación.
Los revendedores aprovecharon la supuesta escasez de boletos para ofrecer las tribunas a US$ 25 y los palcos a 50. Sin embargo la fanaticada siguió haciendo fila para comprar las entradas, que supuestamente ya se agotaron. No existe una voz oficial que no las hay, pero eso se notó que al final de las columnas, la gente no avanzaba hasta la ventanilla para poder comprar su boleto.