“Nosotros intentamos provocar el aprendizaje, por eso creamos escuelas. Nosotros intentamos asegurar que el aprendizaje se produzca”. Así empezó la intervención del profesor Tiberio Feliz, de la Facultad de Educación de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), frente a setenta maestros ecuatorianos que emigraron a España.
Estos profesionales se han apuntado al Curso de Actualización Pedagógica, organizado por la Secretaría Nacional del Migrante (Senami) y la Asociación Española de Orientación y Psicopedagogía y la UNED.
La educación a distancia, la orientación en España y el sistema educativo español son los temas que abordaron en la primera sesión de clases en el Centro de Formación Padre Piquer.
La mayor parte del auditorio era mujeres, “habemos muchos maestros olvidados. La tecnología avanza y necesitamos seguir actualizando nuestros conocimientos”, dice Sonia Chiluiza, que enseñó durante doce años en Lago Agrio y quiere volver a la docencia. “Mi aspiración es volver a enseñar. Esa es mi vocación”.
Sonia es una riobambeña de 39 años que lleva nueve años en España y trabaja de recepcionista. En su historial de trabajo figura servicio doméstico, cuidado de niños y jornadas de dependienta y cajera. Ha ido escalando gracias a cursos que ha hecho como informática e inglés. “Ha sido difícil, sobre todo, por los horarios rotativos de trabajo que he tenido, pero siempre he estado estudiando”.
La clave es la formación y esa es la consigna de la Senami. Este curso de actualización de conocimientos a maestros es parte de la oferta formativa para el colectivo ecuatoriano en España. El listado de cursos incluye formación para personas que quieran trabajar en agricultura y ganadería, cursos de conducción profesional, manipulación de alimentos, primeros auxilios e informática.
El profesor Tiberio Feliz valora de forma positiva la actitud de los alumnos del curso de actualización pedagógica. “Están muy motivados y se detecta la necesidad de continuar con ellos. Sería interesante plantear la orientación vocacional y laboral. A lo mejor se puede abrir nuevas expectativas de trabajo”.
Las oportunidades de trabajo, para aquellos que hayan homologado su título, podrían abrirse en torno a la escuela. Programas de actualización profesional, formación continúa de padres, ludotecas, campamentos. “El sistema no formal de educación tiene más posibilidades”, apunta el catedrático Feliz. “Además el colectivo ecuatoriano es muy numeroso y este tejido amplio podría servir de apoyo a los educadores”.
Los maestros ecuatorianos que no se hayan apuntado a este curso podrán hacerlo el siguiente año. Existen todavía más de mil plazas disponibles. La oferta se ampliará a otras provincias de España donde se detecte la necesidad de estimular a más profesionales ecuatorianos que estén realizando actividades ajenas a su vocación.