Se acerca la época de navidad y con ello, el calvario para decenas de comerciantes informales que recorren las calles de la Bahía de Guayaquil vendiendo sus productos. Los guardias municipales tienen la consigna de impedir el trabajo de los vendedores ambulantes.
“Los metropolitanos no nos dejan trabajar, a un coquero le partieron la cabeza, siempre hay problemas porque los municipales les pegan a los comerciantes”, aseguró Dayana Chalén, quién se dedica a la venta de ropa interior.
“Nos dicen que si por ellos fuera nos dejaban trabajar, pero que Nebot no quiere”, agregó apresuradamente antes de huir, ya que los uniformados la habían observado.
Los vendedores se movilizan escurridizamente a lo largo de las calles Chimborazo, Ayacucho, Chile y Av. Olmedo, sector de la Bahía. “Nos siguen peor que a delincuentes, que el alcalde se ponga la mano en el corazón y nos deje trabajar”, expresaba temerosa María ángela Holguín.
Otros comerciantes, que prefirieron no ser identificados, dijeron a El Ciudadano, que no podían denunciar públicamente los maltratos porque temían que si el alcalde Jaime Nebot los identificaba, les quiten la mercadería.
“Yo fui una persona que anduve en un vicio y no quiero regresar de nuevo. Lo único que pido es que nos den la oportunidad de ser alguien en la vida.”, manifestó José Arias, comerciante de objetos electrónicos y películas.
“Si uno no trabaja, que más le queda que buscar la plata fácil”, agregó visiblemente molesto, mientras observaba un piquete de alrededor de 20 policías metropolitanos que caminaban por la calle Chimborazo.
En la misma vía, esquina de la Ayacucho, Alberto Cortés, aseguraba que los guardias municipales tienen instrucciones claras, “sacarnos del lugar, decomisar o llevarse la mercadería, cosa que se supone es prohibida pero ellos lo hacen”, dijo.
Guayaquil es la ciudad con el más alto índice de desempleo a nivel nacional. El INEC reveló que el tercer trimestre del 2010, la cifra llegó al 10%. Sin embargo, los comerciantes informales batallan a diario con el Municipio para que los dejen trabajar.