Transcurridos 476 años de su fundación, San Francisco de Quito se abre paso al futuro entre lo contemporáneo y lo colonial.
Tres momentos históricos grandes ha tenido que pasar para llegar a ser Distrito Metropolitano: en 1534 se constituyó en la Real Audiencia de Quito; luego la gesta del 10 de agosto de 1809, por la cual se conoce como “Luz de América”; y, en 1978, la Unesco declara a la urbe Patrimonio Cultural de la Humanidad.
La capital, que fue erigida al pie del volcán Pichincha, a 2.800 metros sobre el nivel del mar, en las ruinas de un centro aborigen de los Shyris, cuando fue fundada por los españoles, en 1534, no pasaba de ser una ciudad de diez cuadras. Hoy tiene un área aproximada de 300 mil hectáreas y una población que bordea los dos millones de habitantes.
Su característica geográfica longitudinal, rodeada de montañas hace de la capital un sitio especial con cuatro zonas definidas: el Centro Histórico, que reúne el legado artístico y colonial; el sur, que se ha expandido en los últimos años con su clima propicio para la agricultura; el norte, donde se ubica el Quito moderno, con grandes estructuras urbanas y comerciales; y, los valles de Tumbaco y los Chillos, zona convertida en residencial.
Es una metrópoli que a diario se construye, donde la estructura moderna se funde con la heredad mestiza y colonial, en la que residentes nacionales y visitantes extranjeros encuentran siempre un lugar para trabajar, disfrutar y recordar.
Un sitio privilegiado del Distrito Metropolitano es su casco histórico que se conjuga entre el misterio de antiguo y la dinámica de lo moderno. En sus edificaciones de antaño, la ciudad tiene muchos sitios turísticamente atractivos.
Las iglesias encierran un sinnúmero de historias, que forman parte de las piezas históricas y herencia de sus moradores. Las palmeras que se encuentran frente a la iglesia también son el testimonio del pasado al igual que las estrechas calles que conservan los adoquines de piedra que han sido testigo de importantes actos culturales, artísticos y políticos.
Fernando M. vive en el sector de San Blas, desde hace 35 años, donde nacieron sus hijos. Para él este rincón del Distrito es privilegiado, porque puede disfrutar y ser parte de la historia de las casas coloniales, que se resisten a morir, por lo que fueron remodeladas con el apoyo y supervisión del Fondo de Salvamento (Fonsal).
Basta recorrer unas pocas cuadras para llegar al Quito moderno. Un ambiente cosmopolita que se conjuga entre la zona de negocios y la vida urbana de una ciudad en constante crecimiento y desarrollo, con demandas cada vez más estratégicas.
La ciudad necesita mejores vías de acceso y desfogue. Con el mejoramiento del sistema de transporte urbano, el alcalde de Quito, Augusto Barrera, indicó que busca ayudar para que los ciudadanos tengan un buen sistema municipal de transporte. Para ello se encuentran en carpeta catorce proyectos viales, de los cuales se ejecutarán seis en el primer trimestre del año próximo.
Los recursos para estas obras saldrán de un convenio firmado entre el Municipio y el Banco Ecuatorianos de Desarrollo, por un monto de 80 millones de dólares.
En Quito la actividad inmobiliaria aumenta, con lo cual se espera ofrecer alrededor de cuatro mil soluciones habitacionales.
Pero existen otros desafíos que debe afrontar la capital como combatir la contaminación ambiental, la regularización de cerca de 200 barrios no legalizados y otros. Soledad Benítez, administradora zonal de la Delicia, aseguró que la capital enfrentará los grandes desafíos y que serán erradicados con trabajo de la actual administración municipal.