El fiscal general australiano, Robert McClelland, indicó que Assange tiene derecho a acudir a cualquier consulado australiano en el extranjero si necesita ayuda, aunque le reprochó la publicación de miles de mensajes diplomáticos de la diplomacia de Estados Unidos.
Para McClelland, el fundador de WikiLeaks ha puesto en peligro a Estados Unidos y a sus aliados, por lo que también está siendo investigado en caso de que haya violado alguna ley australiana.
Assange, un australiano de 39 años, está en busca y captura por la Interpol por la acusación de un presunto caso de abuso sexual en Suecia, mientras que las autoridades estadounidenses también investigan si sus actividades vulneran la legislación de aquel país.
El fundador de Wikileaks, que se declara inocente de los cargos de abuso que se le imputan, se encuentra en el Reino Unido, donde dice que se esconde porque ha recibido amenazas de muerte.
En un artículo en el diario inglés «The Guardian», Assange criticó a su país por abandonarle y colaborar con Estados Unidos para conseguir su detención.
El fundador de WikiLeaks indicó que, en caso de que le ocurra algo, ha entregado miles de documentos de la diplomacia norteamericana a 100.000 personas para que sean publicados inmediatamente.