El cierre puede afectar, según las mismas fuentes a más de 2.000 vuelos y a cerca de 250.000 personas que esperaban volar hoy con motivo del comienzo de las vacaciones del aniversario de la Constitución.
AENA tenía previstas para hoy 5.073 operaciones, de las que se habían operado 3.035 hasta las 16.00 hora local (las 15.00 GMT), y en el aeropuerto de Barajas, principal afectado por el cierre del espacio aéreo, el numero de aviones que tenían previsto operar es de 1.300.
Los problemas comenzaron a las 17.00 horas (16.00 GMT) cuando los controladores de los centros de control decidieron abandonar sus puestos de trabajo de una forma masiva alegando problemas físicos.
Los primeros aeropuertos afectados fueron los de Madrid, Palma de Mallorca, Menorca e Ibiza, estos tres últimos en las turísticas islas Baleares, a los que se sumaron los de Canarias, en el Atlántico y destino asimismo de miles de turistas de toda Europa, que tan sólo permiten el aterrizaje de los aviones que se encuentran en vuelo.
Ante la situación el ministro de Fomento, José Blanco, responsable de los aeropuertos españoles ha reunido un gabinete de crisis en la sede ministerial para analizar la situación y adoptar las medidas oportunas.
Según indicaron fuentes del Ministerio de Fomento, un 70 por ciento de los controladores aéreos españoles ha abandonado hasta el momento sus puestos de trabajo alegando problemas físicos.
La Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA) aseguró que esta actuación ha sido «espontánea» y que obedece a la aprobación hoy por el Gobierno español del nuevo modelo de gestión aeroportuaria.
Fuentes sindicales aseguraron que los controladores aéreos están «muy nerviosos» por el real decreto ley aprobado en el Consejo de Ministros y que fija un máximo de 1.670 horas de tránsito aéreo anuales, motivo por el que se están ausentando de sus puestos de trabajo.