Los ciudadanos de Colombia y Perú que viven en Ecuador restan importancia al pedido formulado por el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, de que se exija visa a los colombianos, peruanos, cubanos y otros extranjeros que ingresan a territorio nacional como un mecanismo para reducir el crimen y la delincuencia.
Aunque expresan su disposición a acatar cualquier medida oficial, aseguran que “con visa o sin visa, la delincuencia siempre va a encontrar la forma de delinquir, evadir las leyes y actuar al margen de las instituciones”.
Así lo cree Alejandro Ordóñez, quien preside el Círculo de ejecutivos y profesionales colombianos en Quito. él afirma que si el alcalde de Guayaquil Jaime Nebot considera que con esa regla se va a contener la entrada de ilegales, está en su derecho de pedir una medida de este tipo.
No obstante afirma que “los ilegales van a entrar por donde sea, con, o sin dicho requisito legal”.
Ordoñez sostiene que si el Gobierno nacional llega a imponer la exigencia de visa para los ciudadanos colombianos, estos apoyarán y respetarán sin reparos esa medida pues la mayoría de ellos vienen a Ecuador para trabajar y desarrollar otras actividades (turismo, estudios, etc.) de forma honesta y responsable.
En el mismo sentido se pronunció el Consulado del Perú que resaltó la responsabilidad y honradez con que los ciudadanos de ese país actúan en Ecuador.
“La población peruana en el Ecuador es una población trabajadora que contribuye al desarrollo de este país y, en muchos casos, cubre el déficit de mano de obra en algún sector que, por la propia migración ecuatoriana hacia el exterior, se encuentra disponible”, aseguró la citada legación diplomática.
Según cálculos del Consulado, en todo el Ecuador residen unos 30.000 peruanos; y, solo en el sur de Guayaquil, alrededor de 10.000 que se dedican, de preferencia, a la construcción, agricultura y labores estudiantiles.