Ceniza emitida por el volcán Tungurahua, en el centro andino de Ecuador, ha llegado hasta la ciudad de Guayaquil, pero «posiblemente» no cause estragos, dijo hoy Pablo Palacio, del Instituto Geofísico (IG) de la Escuela Politécnica Nacional.
«La nube de ceniza llegó a Guayaquil, pero posiblemente no existan depósitos», señaló Palacio.
El experto indicó que la cantidad de ceniza no representa «un volumen importante como para ser visible en la ciudad», aunque «es suficiente como para afectar a las rutas aéreas».
La caída de ceniza se registra al momento en poblaciones cercanas al volcán, sin embargo, cada día se hacen más imperceptibles.
Hace varios días, el coloso generó un nuevo pulso de gran actividad, que se ha caracterizado por eventuales explosiones y constantes emisiones de gases.
El Tungurahua, de 5.019 metros de altura y situado a unos 180 kilómetros al sur de Quito, inició su proceso eruptivo en 1999 y desde entonces ha intercalado periodos de gran actividad con lapos de relativa calma.