Tras el intento de golpe de Estado del pasado 30 de septiembre, el movimiento político del Gobierno, Alianza País, tiene el reto de fortalecerse con el poder popular para “proteger el proceso de cambio”. Uno de los elementos que apuntan a esa consolidación es iniciar una “diferenciación orgánica” frente al Ejecutivo.
El canciller y líder de la organización política, Ricardo Patiño, explicó que el objetivo es evitar que la directiva de País esté integrada por funcionario de Gobierno. “Tenemos que asegurarnos que las demandas sociales sean reconocidas, atendidas y aceptadas por el Gobierno con el fin de convertirse en un canal entre la ciudadanía y el Estado”, dijo.
Indicó que la idea de este cambio es, además, proteger al movimiento de la corrupción- “Nuestra organización política, que no sabemos si será movimiento o partido, debe tener su propia dinámica” y tener la capacidad de llamar la atención al Presidente, Rafael Correa, y a su ministros, “si consideran que algo no anda bien”.
Esta propuesta será llevada este sábado y domingo a la convención nacional que se realizará en Guayaquil este domingo con la participación de 4.700 delegados, incluido el presidente y el vicepresidente de la República, Rafael Correa y Lenín Moreno, respectivamente, además de asambleístas, alcaldes, prefectos, concejales y representantes de juntas parroquiales.
En la convención se elegirán la directiva: presidente nacional, secretario ejecutivo, la dirección nacional (18 miembros), el tribunal electoral y el comité de ética.