Tortugas, monos, osos, armadillos, guantas y pájaros encabezan la lista de las especies más traficadas en el país, informó hoy la Fiscalía ecuatoriana.
En lo que va del año, se han registrado 220 delitos ambientales, incluido el tráfico de especies animales y vegetales, sin embargo, ese número representa solo el 0,5 por ciento del total de delitos que se denuncian en el país.
Bella Abata, agente fiscal de la provincia del Napo, en la Amazonía ecuatoriana, explicó durante el seminario «Lucha contra el tráfico de especies animales y vegetales» que ese bajo número no se debe a que no existan delitos ambientales, sino a que «no existe capacidad» operativa para detectar más.
Abata señaló que la falta de denuncia y de conciencia de las comunidades y de la ciudadanía en general no ayuda a identificar el tráfico oportunamente, pues «hay nativos que no ven esto como un problema, sino como una forma de subsistir».
Añadió que la situación se complica cuando los propios nativos «empiezan a comercializar con las especies de su medio».
Guillermo Ortiz, funcionario de la Fiscalía, comentó que el propósito del seminario, organizado por la Fiscalía y la Embajada de Francia, es intercambiar experiencias porque es evidente que existe «poca efectividad» operativa y que incluso «hay mas organizaciones no gubernamentales» dedicadas al tema ambiental que delitos denunciados y procesados.
Para Ortiz, el tráfico de especies no es sólo un problema ambiental, sino penal, pues éstas se venden a altas cantidades de dinero, a través de cadenas internacionales que se han establecido en los países andinos y que son detectadas paulatinamente, señaló.
El agregado de Cooperación de la Embajada de Francia en Ecuador, Aurélien Baudoin, dijo a Efe que su país está interesado en apoyar estos debates para aprender y generar conciencia en la ciudadanía sobre el daño que produce el tráfico de especies.
«Desde que son niños hay que concienciar sobre el respeto a la naturaleza para crear generaciones que sepan que arrancar una flor puede ser un gran daño», sostuvo.
El tráfico de especies animales y vegetales ocupa el tercer lugar en Ecuador, después del de drogas y armas, según el Ministerio de Patrimonio Natural y Cultural.