La aerolínea nacional de Australia, Qantas, suspendió los vuelos de su flota de aviones Airbus A380 después de que uno de sus superjumbos hiciera un aterrizaje de emergencia en Singapur.
La aerolínea asiática Singapore Airlines también dejará en tierra los vuelos del Airbus A380 luego del incidente de Qantas.
El constructor aeronáutico europeo Airbus y el fabricante de motores Rolls Royce le habían aconsejado a la compañía de Singapur que siguiera los pasos de su homóloga australiana, cuyo vuelo con un superjumbo tuvo fallas en el motor este jueves.
Qantas decidió demorar todos sus vuelos operados con este modelo. Aún no está claro cuántos aviones podrían verse afectados por esta medida.
El vuelo QF32, que partió de Londres rumbo a Sidney (Australia) con escala en Singapur, llevaba 459 personas a bordo.
La aerolínea explicó que la suspensión de sus seis aviones A380 -el modelo de pasajeros más grande del mundo- es una medida de precaución y que la flota se mantendrá fuera de servicio hasta que la empresa entienda las razones del incidente.
El corresponsal de la BBC en Sidney, Nick Bryant, informa que el avión primero enfrentó dificultades poco después de despegar del aeropuerto Changi, en Singapur.
Algunos pasajeros a bordo acusaron una fuerte explosión en una de las turbinas a la izquierda de la nave.
«Me encontraba en el avión cerca de la turbina dos, que explotó con un gran estruendo a diez o quince minutos de haber despegado», le dijo a la BBC Lars Sandberg, un DJ que viajaba a Australia para una gira musical.
Trozos del avión llovieron sobre la isla de Batam, en el sur de Singapur, uno de éstos un pedazo curvo de metal pintado en los tradicionales colores rojo y blanco del logotipo de Qantas -un canguro volador- de lo que parecía ser el casco de una turbina.
Los pasajeros manifestaron que el piloto continuó volando por lo menos una hora y media más para consumir combustible antes de aterrizar.
Poco después, el avión hizo un aterrizaje de emergencia de vuelta en el mismo aeropuerto Changi, dejando una estela de humo detrás.
La cubierta de una de sus cuatro turbinas en el ala izquierda muestra señales de daños significativos, añadió el corresponsal, y que Qantas dijo que hubo algún tipo de falla en la turbina.
Una portavoz de la aerolínea aseguró que el avión hubiera podido volar con sólo tres turbinas, pero que el piloto decidió aterrizar en Singapur a manera de precaución.
El incidente es preocupante para Qantas, que se jacta de tener un récord de seguridad ejemplar.
a nave es el avión comercial más grande del mundo, puede acomodar hasta 800 pasajeros en sus dos pisos, aunque Qantas lo tiene adaptado solo para unos 450.