El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, anunció este miércoles que ordenó desbloquear todos los depósitos de combustible, ocupados en el marco de la oposición a la reforma de las jubilaciones, «para restabler lo antes posible una situación normal».
«Para millones de nuestros conciudadanos, los transportes constituyen una cuestión vital. Se trata de una libertad fundamental. Durante los últimos días, la vida cotidiana de muchos franceses se vio perturbada por problemas de aprovisionamiento que afectaron a una parte de las gasolineras», declaró Sarkozy durante el Consejo de Ministros.
«Ayer di instrucciones para desbloquear la totalidad de los depósitos de combustible con la finalidad de restablecer lo antes posible una situación normal», afirmó, según un comunicado.
Sarkozy reiteró que la reforma de las jubilaciones «irá hasta el final», a pesar de las huelgas y manifestaciones, y advirtió contra las consecuencias de las protestas sobre el empleo y la actividad económica.
«Llevaré a su término la reforma de las jubilaciones, ya que mi deber como jefe del Estado es garantizar a los franceses que ellos mismos y sus hijos podrán contar con su jubilación y que el nivel de las pensiones será mantenido», declaró el Jefe del Estado.
«Es normal que en una democracia cada uno pueda expresar su preocupación o su oposición. Pero no se deben franquear determinados límites y mi deber es garantizar el respeto del orden republicano al servicio de todos los franceses», agregó.
El martes, entre 1,1 millones de personas (según el Ministerio del Interior) y 3,5 millones de personas (de acuerdo con los sindicatos) desfilaron en 266 protestas en todo el país contra la reforma de las jubilaciones, durante la sexta jornada de acción desde el regreso de las vacaciones del verano boreal, demostrando que la oposición popular sigue siendo fuerte.