Varios asambleístas del bloque de oposición al Gobierno mantuvieron intensas reuniones la madrugada del 30 de septiembre y ese día mientras estaba en desarrollo la sublevación policial e intento del golpe de Estado. Entre ellos se habría encontrado el legislador Galo Lara, de Sociedad Patriótica, quien en reiteradas ocasiones ha negado esa situación.
Lara ha exhibido un informe de la guardia de seguridad asignada por el Estado en su condición de asambleísta, en la que se indica que a las 22:50 estuvo en un local de comidas rápidas en la avenida Amazonas y 18 de Septiembre “comiendo salchipapas”.
Lo que el legislador no ha hecho público -y que consta en el citado parte- es que posterior a eso se trasladó al Swisshotel, donde ingresó sin resguardo policial.
La revelación se hizo pública en el programa En Busca de la Verdad, transmitido por TC Televisión el domingo pasado.
Andrés Roche, Enrique Herrería (de Madera de Guerrero –antes socialcristianos), Tito Nilton Mendoza, Vladimir Vargas (Prian), Alfredo Ortiz (ADE), César Montufar (Concertación Democrática), Leonardo Viteri (Socialcristiano) Fausto Cobo y Gilmar Gutiérrez (Sociedad Patriótica), entre otros se reunieron la madrugada del 30 en el Swisshotel. Este encuentro se retomó desde las 13:00 de ese día por unas 7 horas, en el hotel Le Park, según una certificación de la gerencia del mismo.
Según se observa en el video, Gutiérrez en todo momento mantuvo contacto telefónico con personas indeterminadas.
Según la investigación realizada por el programa En Busca de la Verdad, la cuenta por un monto que superaba los mil dólares fue pagada por Guido Jalil Ripalda, asambleísta alterno del Movimiento Madera de Guerrero, quien fue parte de los estudiantes de la Universidad Católica de Guayaquil que hace dos años agredió al presidente Rafael Correa luego de emitir su enlace radial.
Jalil, al igual que otros agresores, como César Coronel participaron en política activa auspiciados por el partido Social Cristiano, ahora Madera de Guerrero.
Posterior a la reunión en el Le Park, los parlamentarios decidieron plantear la amnistía para todos los uniformados involucrados en la insurrección, extrañamente cuando el Jefe de Estado aún se encontraba secuestrado en el hospital de la Policía.
Enrique Herrería argumentó que las acciones de los sublevados (militares, policías y civiles) no habían hecho “más que interpretar un clamor popular para que cese esta tiranía a la que nos ha sometido Rafael Correa durante estos 4 años”.
La hipótesis que plantea Juan Carlos Ortiz, director de la investigación periodística, es que el pedido de amnistía se trató de una salida de los conspiradores al ver fracasado su plan de romper el orden constitucional.