El empresario y multimillonario ruso Vasili Boiko-Veliki ha impuesto a sus trabajadores la condición de casarse por la religión ortodoxa si no quieren ser despedidos, informó hoy el diario local «The Moscow Times».
«Un hombre de bien vive de acuerdo a las reglas de Dios y las personas que respetan la religión son los mejores trabajadores», señaló Boiko-Veliki, de 51 años, al diario.
El multimillonario, propietario de la empresa de lácteos rusa Rússkoye Molokó, dio de plazo hasta hoy a sus empleados para que contrajeran matrimonio según el credo ortodoxo.
Boiko-Veliki considera que vive «en pecado» todo aquél que tiene pareja estable y mantiene relaciones sexuales en soltería o casado por lo civil.
Agregó que la mayoría de sus 6.000 contratados son creyentes ortodoxos y con esta medida, anunciada en agosto, sólo muestra su «preocupación» por ellos.
El empresario anunció también entonces que despediría a las empleadas que abortaran.
«No vamos a investigar a nadie, pero nos enteraremos fácilmente», dijo Boiko-Veliki, quien formó parte del Konsomol o juventudes comunistas durante la época soviética.
Boiko-Veliki señaló que decidió imponer estas nuevas reglas en su empresa a raíz de los incendios que azotaron a Rusia desde el pasado junio y que consideró un castigo de Dios.
Un portavoz del magnate informó de que hasta el miércoles una docena de trabajadores se habían casado tras recibir el ultimátum.