Un equipo especial de la Policía Militarizada de Río de Janeiro ocupó hoy otra favela que era dominada por bandas de narcotraficantes en la ciudad más emblemática de Brasil, para permitir la instalación de un cuartel permanente que garantice la paz en esa barriada, informaron fuentes oficiales.
El año pasado la policía brasileña había ocupado las barriadas de Dezoito y Saçu, ubicadas en la región de Agua Santa en la zona norte de Río de Janeiro, tras un violento enfrentamiento armado entre narcotraficantes y paramilitares.
La operación, permitirá que el gobierno regional de Río de Janeiro instale en la favela del «Morro dos Macacos» su décima tercera Unidad de Policía Pacificadora (UPP), como es conocido el proyecto que le ha permitido a las autoridades retomar áreas que eran controladas por bandas de pistoleros.
Cerca de cien hombres del Batallón de Operaciones Especiales (BOPE), el cuerpo de elite de la Policía Militarizada, ocuparon en la mañana de este jueves, sin ninguna resistencia, los principales accesos y calles del «Morro dos Macacos».
Esta favela, localizada en la zona norte de la ciudad, ha sido una espina en el costado de la Policía Militarizada, tras los duros choques protagonizados el año anterior con los narcotraficantes que dominaban la barriada en un enfrentamiento que terminó con el derribo a tiros en una región próxima de un helicóptero policial con seis agentes abordo.
El ataque al aparato, que explotó tras hacer un aterrizaje de emergencia envuelto en llamas, causó la muerte a tres francotiradores y heridas a los otros tres tripulantes.
De momento, la acción policial de hoy ha transcurrido sin tiroteos, pues los jefes de las bandas criminales abandonaron la zona cuando supieron de los movimientos de la BOPE, según explicó a la prensa local un portavoz de la Policía.