El ministro ecuatoriano del Interior, Gustavo Jalkh, señaló que el Gobierno analiza si da por terminado hoy el estado de excepción que rige desde hace más de una semana o si lo extiende.
«Estamos analizando eso el día de hoy y en la tarde se dará la noticia», dijo Jalkh por teléfono a la agencia Efe, al ser consultado sobre la medida que, en principio, debe terminar hoy.
Fuerzas militares custodian actualmente la Asamblea Nacional y el Palacio de Carondelet, la sede presidencial, y también realizan algunas patrullas por Quito, aunque el contingente que se ve en las calles no es numeroso.
El Gobierno decretó el estado de excepción el pasado jueves en medio de la crisis que se desató tras la revuelta de cientos policías, en rechazo a la eliminación de incentivos profesionales, y que el Ejecutivo interpretó como un intento de golpe de Estado al presidente de Ecuador, Rafael Correa.
Ese día, Correa acudió al recinto policial donde se realizaba la protesta para tratar de explicar los beneficios de la ley de servicio público, pero los ánimos se exacerbaron, hubo ataques a Correa, gas lacrimógeno y el presidente debió ser atendido en un hospital, donde quedó atrapado por más de nueve horas.
El estado de excepción se decretó en inicio por cinco días, pero el pasado martes se prorrogó hasta este viernes por petición de la Asamblea Nacional.
El bloque legislativo del movimiento político Alianza País, de Correa, también ha pedido al presidente de esa institución, Fernando Cordero, que solicite al jefe de Estado que prorrogue por sesenta días el estado de excepción en la Asamblea, pero aún no hay un pronunciamiento oficial al respecto.
La Constitución ecuatoriana permite que se mantenga el estado de excepción «en parte del país», en lugar de aplicarse a todo el territorio nacional.