El nuevo Japón del técnico italiano Alberto Zaccheroni, que se estrenaba como seleccionador, dio la sorpresa ante Argentina al imponerse en partido amistoso por la mínima (1-0) a la selección de Sergio Batista, que sufrió su primera derrota en tres partidos pese a contar con un Leo Messi inspirado.
El gol de Shinji Okazaki, además, permitió a su selección ganar por vez primera en la historia al combinado suramericano, dos veces campeón del mundo.
Japón mostró una cara nueva, más ofensiva y sin complejos en el debut de Zaccheroni, ex-Milán, Inter y Juventus (entre otros), como nuevo técnico de los «Samurái Blue».
Alineó de inicio a tres puntas netos: Honda, Morimoto y Kagawa, del Borussia Dortmund, una apuesta del nuevo entrenador que demostró ser acertada por las ocasiones que creó. Ello, permitió un partido muy abierto desde el comienzo y con oportunidades para ambos equipos.
Los «Samuría Blue» encarrilaron el partido en el minuto 19, con un remate al borde del área de Hasebe que rechazó en primera instancia Romero, pero quien desde el suelo no pudo hacer nada para evitar que un atento Shinji Okazaki enviará el balón al fondo de la red.
Pese a las llegadas con Tévez y un Messi que no defraudó a la afición japonesa, Argentina no consiguió devolver la igualada en el empate al marcador y, en la segunda parte y con un Japón centrado en defender el resultado, sufrió con los contragolpes de los nipones, que estuvieron cerca de ampliar su ventaja.
La afición de los «Samurái Blue» que abarrotó el Saitama Stadium, en las afueras de Tokio, disfrutó con su nueva selección y no paró de animar, entre ellos a un Messi fue varias veces ovaciona