La perforadora T-130 superó los 300 metros en el rescate de los 33 mineros atrapados en el norte de Chile, lo que fue calificado como un «hito importante» por el jefe de los socorristas, André Sougarret, quien hoy matizó que será «difícil» mantener el rápido avance logrado durante las últimas horas.
«Es difícil que podamos mantener un ritmo tan alto», dijo Sougarret a Radio Cooperativa, sobre los cerca de 80 metros que avanzó este martes la perforación del llamado «Plan B».
La máquina alcanzó los 301 metros en el ensanchamiento del conducto de 632 metros que excavó con éxito en la primera etapa, pese a que desde las 18:00 de ayer (22:00 GMT) permanece detenida para realizar el mantenimiento de los martillos y otros ajustes, aunque esperan reanudar la perforación a lo largo de este miércoles.
Sougarret reiteró que el 15 de octubre estará todo listo para la fase final del rescate, aunque su inicio dependerá de la fecha en que se logre finalizar el conducto definitivo del «Plan B».
«Eso tiene tiempos que todavía no podemos adelantarlos y seguimos manteniendo los primeros días de noviembre como una fecha con seguridad en que vamos a desarrollar esa actividad», sostuvo.
El ingeniero subrayó que la perforación de la T-130 es la más avanzada aunque no está exenta de riesgos, ya que a los 500 metros de profundidad los martillos de la máquina pasarán a solo un metro de las paredes de una antigua galería de la mina.
«Es un riesgo que tenemos que resolver para no romper esa pared», indicó Sougarret.
En cuanto a la última fase del rescate, el ingeniero estimó que los equipos se demorarán alrededor de una hora en bajar la cápsula hasta el interior de la mina, izarla hasta la superficie con un minero dentro y hacerla descender de nuevo hasta los 632 metros.