Al menos 90 periodistas han sido asesinados en 33 países desde enero de 2010, en contraste con los 72 que perdieron la vida durante el ejercicio de su profesión en el mismo periodo del pasado año, alertó hoy la Campaña Emblema de Prensa (PEC, siglas en inglés).
En un comunicado divulgado hoy, PEC hizo un llamamiento «urgente» a todas las partes implicadas para actuar frente al aumento de asesinatos de periodistas, y destacó que sólo «durante los últimos tres meses, 31 profesionales fueron asesinados».
«Es un fracaso, no progresamos. En lugar de mejorar, la situación se deteriora», dijo su secretario general, Blaise Lempen, quien recomendó a las asociaciones de periodistas «estar mucho más activas» e instó a los gobiernos a ser «más firmes en la prevención y en la represión de estos delitos».
«La puesta en marcha de una Convención sobre la protección de los periodistas es necesaria para reforzar la aplicación del derecho existente», agregó Lempen.
Según PEC, el país de mayor peligrosidad es México, donde 13 periodistas han sido asesinados desde comienzos de año debido al conflicto entre el ejército y los cárteles de la droga.
Le siguen Honduras, con nueve periodistas asesinados, y Pakistán, también con nueve, muchos de ellos atacados y ejecutados en las zonas fronterizas con Afganistán, lo que convierte a esta región en una de las menos seguras para los trabajadores de los medios de comunicación.
Asimismo, cinco periodistas fueron asesinados en Irak, otros cinco en Rusia -en la región del Cáucaso-Norte- y cinco más en Filipinas.
Los seis países mencionados, apunta PEC, concentran la mitad de los periodistas asesinados en el mundo en lo que va de año, seguidos de Somalia, Indonesia, Nepal, Nigeria y Colombia, con tres profesionales muertos en cada caso.
Además, dos periodistas murieron en Afganistán, donde dos reporteros de la televisión francesa siguen en cautiverio desde hace nueve meses, y también dos fueron asesinados en cada uno de los siguientes países: Angola, Tailandia, India, Venezuela y Uganda.
El resto de crímenes se cometieron en Argentina, Bangladesh, Bielorrusia, Brasil, Bulgaria, Camerún, Chipre, Ecuador, Grecia, el Líbano, República Democrática del Congo, Ruanda, Turquía, Ucrania, Yemen e Israel.
Latinoamérica, debido a los casos en México y Honduras, constituye la región de mayor peligro para los periodistas, seguida de Asia, a causa, sobre todo, de Pakistán y Filipinas.