«Algunas compañías ya están en la negociación de la tarifa; otras, no. Estamos avanzando con unas empresas que avanzan más rápido que otras», confirmó el ministro de Recursos Naturales no Renovables, Wilson Pástor.
Las negociaciones comenzaron en agosto, con la discusión de los términos generales de los nuevos contratos, dejando para el último tramo de las conversaciones la cuestión del pago.
La nueva Ley de Hidrocarburos convierte a los contratos petroleros en contratos de prestación de servicio. Por ende, las empresas privadas cobrarán una tarifa fija por cada barril de crudo extraído.
Con el nuevo sistema, el Gobierno ecuatoriano busca aumentar los ingresos petroleros elevando la renta del 65% actual al 90 por ciento.
El Gobierno ya amenazó con echar del país a las empresas con las que no logre acordar un nuevo contrato.
Ecuador es el país más pequeño entre los socios de la Opep y actualmente ejerce la presidencia rotativa del grupo.
La española Repsol-YPF, la brasileña Petrobras, el consorcio chino Andes Petroleum y la italiana Eni están entre las empresas más grandes que operan en el país andino.