Rafael Nadal llegó el miércoles a Madrid tras convertirse en el séptimo tenista que gana los cuatro torneos del Grand Slam e inmediatamente descartó la idea de que sea el mejor deportista español, como se ha dicho estos días.
El mallorquín de 24 años ha participado en una multitud de actos públicos y apariciones en televisión desde que conquistó el preciado Abierto de Estados Unidos al derrotar al serbio Novak Djokovic en la final del lunes.
Sin embargo, Nadal aclaró que no puede ser calificado como el deportista español más grande de todos los tiempos pese a haber sumado el último certamen del Grand Slam de la temporada a sus cinco trofeos del Abierto de Francia, dos de Wimbledon y uno del Abierto de Australia.
«No, para nada lo creo. Es más, creo que es evidente que no lo soy», declaró el zurdo en un rueda de prensa a primera hora de la mañana del miércoles en el aeropuerto de Madrid, donde llegó tras un vuelo transatlántico desde Nueva York.
«Sería de una arrogancia tremenda de mi parte. Todos los deportistas tienen su mérito por lo que han significado en su deporte», agregó.
El número uno del mundo continuó desplegando su típica modestia cuando se disculpó con los periodistas por la hora en que se realizó la conferencia de prensa.