El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, concluyó hoy en Seúl su gira asiática con llamamientos a una mayor cooperación energética y a que Corea del Sur transfiera tecnología para el desarrollo de Ecuador.
Correa cerró una gira de una semana que incluyó su primera visita a Japón, centrada en promover el diálogo político, y un viaje a Corea del Sur, dedicado a buscar inversiones en el sector energético y de petróleo.
El mandatario consideró «altamente probable» que el grupo SK tome parte en el megaproyecto de Refinería del Pacífico en Ecuador, dotado con un presupuesto de 12.500 millones de dólares, en el que sería el mayor contrato de la compañía surcoreana en el extranjero, según la agencia Yonhap.
Correa cree que las economías de los dos países son complementarias, ya que «Corea del Sur no tiene petróleo, pero tiene refinerías, mientras que en Ecuador pasa lo contrario», según señaló en una entrevista con esa agencia surcoreana.
En la última jornada de su visita a Seúl, Correa participó en un seminario sobre promoción de inversiones y se reunió con las cuatro principales organizaciones empresariales surcoreanas para exponer las oportunidades de inversión y la estabilidad política en su país, uno de los mensajes más repetidos durante su gira por Asia.
Correa invitó a los empresarios surcoreanos a que inviertan en Ecuador y permitan que se realice «transferencia de tecnología», un instrumento para que «los países puedan crecer por sí solos».
Explicó que las empresas extranjeras encontrarán en Ecuador un marco legal estable y consideró que la transferencia tecnológica debe ser mencionada en los contratos para que así esas compañías contribuyan a formar nuevos talentos que reviertan en el desarrollo nacional.
El mandatario ecuatoriano recordó que, a pesar de que Ecuador es un país más extenso que Corea de Sur y posee abundantes recursos naturales, no tiene un desarrollo que se pueda igualar al del país asiático.