La cifra de afectados por las lluvias que hace desde hace una semana caen en el sur y este de México se acerca a un millón y el saldo de muertos se mantenía en siete, mientras las autoridades advierten que las precipitaciones continuarán y que lo peor está por venir.
Las autoridades y organismos de socorro movilizaban ayuda para los estados de Veracruz, Oaxaca y Tabasco, los más golpeados por las lluvias que provocaron el desborde de represas e inudaron pueblos enteros.
Un balance de autoridades y responsables del sistema estatal de Protección Civil, cifró en 914 000 a los afectados, que incluyen tanto a los que perdieron sus viviendas como a los que sufrieron daños menores.
El gobernador del estado de Tabasco, Andrés Granier, advirtió que lo peor podría venir pues hasta ahora las lluvias comienzan.
“Lo preocupante es que ahora para nosotros los tabasqueños viene lo más fuerte, que es nuestra verdadera temporada de lluvias, que comienza ahora” y se extiende hasta noviembre, dijo Granier.
“Se tiene un pronóstico de fuertes precipitaciones, no sólo en Tabasco sino también en toda la región sur-sureste, esto incluye la presencia de tormentas y huracanes de los cuales con uno solo que azote nuestras costas o al estado hermano de Chiapas, nos pondría en una situación por demás crítica”, añadió.
El presidente Felipe Calderón, que el martes calificó las inundaciones en Tabasco como “el mayor temporal de lluvias en la historia” en ese estado, ha dicho que son un reflejo del impacto del cambio climático mundial.