Los cadáveres que al parecer corresponden a dos investigadores de la reciente masacre de inmigrantes fueron encontrados en Tamaulipas, lugar donde fue cometida la matanza, informaron el martes autoridades judiciales.
Las víctimas, supuestamente un detective estatal y un jefe policial, desaparecieron desde que comenzaron las investigaciones de la muerte de 72 migrantes centro y suramericanos hace dos semanas en una finca de la población de San Fernando en Tamaulipas.
De confirmarse, los dos homicidios serían una de las señales más desafiantes que hayan hecho las bandas del crimen organizado en México: No sólo organizaciones dispuestas a perpetrar una matanza, sino que no temerían matar a funcionarios que investigan ese tipo de delitos.
La procuraduría de justicia de Tamaulipas dijo que los documentos encontrados en los cuerpos coinciden con la identidad de los policías desaparecidos _el detective estatal Roberto Suárez Vázquez y Juan Carlos Suárez Sánchez, quien era el jefe de la policía en San Fernando.
Pero, en un comunicado escueto, la procuraduría también aclaró que los cuerpos son sometidos a pruebas genéticas para confirmar las identidades, lo cual sugería que los cadáveres podrían estar en tan malas condiciones que complicaban la identificación visual.