Los cuerpos de socorro hallaron hoy el cadáver de un hombre entre las toneladas de lodo y rocas que el sábado cayeron sobre una carretera del occidente de Guatemala, con lo que se ha elevado a 45 la cifra de fallecidos por las lluvias que azotan este país.
El portavoz de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), David de León, dijo a Efe que con el cadáver hallado suman 25 los cuerpos rescatadas por los socorristas en el kilómetro 171 de la carretera Interamericana en la Cumbre de Alaska del departamento de Totonicapán.
«En total suman 45 las personas fallecidas por los diferentes incidentes» registrados desde el pasado sábado, indicó De León, quien aseguró que «los trabajos de rescate continúan, pero debido a la amenaza de lluvia estos se pueden suspender en las próximas horas para evitar el peligro de un nuevo derrumbe».
Según el funcionario, las autoridades han detectado al menos 820 puntos vulnerables a deslizamientos, inundaciones y aludes a nivel nacional, por lo que se mantiene la «alerta naranja» para hacer frente a las emergencias.
Los cerros y las montañas están vulnerables debido a la saturación de sus suelos por las constantes lluvias que han caído durante 2010, y que en los últimos tres días han provocado más de un centenar de derrumbes en las zonas central, sur y oeste del país, explicó De León.
Mientras los socorristas se afanan en rescatar a las 15 personas que se cree aún están soterradas, centenares de vecinos y familiares, impotentes, lloran a sus muertos y se lamentan de los «castigos» de la naturaleza, que se ha ensañado contra este país centroamericano.
El invierno, el más copioso de los últimos 60 años según las autoridades, se ha cobrado la vida de unas 225 personas en lo que va de 2010 y dejado secuelas de destrucción y millonarias pérdidas económicas.