El delicado aroma de las rosas blancas y rojas despierta la creatividad del chef ecuatoriano Hugo Tigselema. El resultado: una fusión de olores y sabores inexplicables al paladar.
Pétalos de rosas blancas mezclados con frutas ácidas producen los más exóticos postres. Mientras que los rojos, cuyo aroma es fuerte, se mezclan con chocolate o en ensaladas y se obtiene una nueva fusión gastronómica.
Tigselema ha creado más de 20 platos, entre postres y ensaladas, a base de pétalos de rosas orgánicas, una nueva variedad que está abriendo mercado en el país sudamericano de la mano de la florícola Nevado Ecuador, la más grande del país. «La receta es creatividad y amor.
Es un experimento con el nuevo ingrediente: las rosas orgánicas», dijo el chef, quien elabora a diario nuevos platos en su cocina instalada en medio de una de las plantaciones de la finca, de unas 40 hectáreas, enclavada en las montañas ecuatorianas.
En la andina ciudad de Pujilí, a unos 90 kilómetros al sur de Quito y a unos 3 000 metros de altura, de unas 100 000 plantas que existen en la finca se cosechan entre 150 y 200 rosas orgánicas a diario que bajan las montañas y llegan a restaurantes en Quito y España.
Aquí los paladares son exigentes, pero temerosos para experimentar nuevas sensaciones culinarias en un país destacado internacionalmente por ser el mayor exportador de plátano del mundo y la nación petrolera más pequeña de la OPEP.