El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, dijo este miércoles ante su par de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, que su gobierno considera a las FARC como un asunto interno colombiano y que cualquier mediación en el conflicto con esta guerrilla dependerá de su aprobación.
«El problema nuestro con las FARC (guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) es un problema interno colombiano. Hemos pedido que se respete el hecho de que es un problema interno colombiano», dijo Santos, al lado de Lula, en una breve declaración a la prensa tras una reunión bilateral, durante el primer viaje internacional del mandatario colombiano.
«Brasil siempre podrá colaborar cuando nosotros consideremos que puede y debe hacerlo», expresó Santos, que asumió el pasado 7 de agosto.
Consultado sobre si Brasil podría ser un lugar para un eventual diálogo entre las FARC y el gobierno colombiano, Santos dijo: para hablar de eso «tenemos que ver voluntad real de las FARC y no hemos visto esa voluntad».
El gobierno de Lula ha reiterado en numerosas ocasiones su disposición a mediar para la paz en Colombia. Al lado de Santos, Lula dijo que su país es consciente de que «las FARC siempre fueron un problema de Colombia» y que cualquier mediación brasileña dependerá de lo que diga el gobierno de Colombia.
Brasil colaboró en marzo pasado con la logística necesaria para la liberación de dos rehenes de las FARC en Colombia.
En un discurso antes del almuerzo, Lula afirmó: «Nada justifica el terrorismo como instrumento de lucha política», posición que fue agradecida por Santos. «Brasil y todos los países de la región rechazan el terrorismo», expresó el colombiano.
Durante la visita, los dos países firmaron varios acuerdos en defensa, cooperación fronteriza y biocombustibles, entre otros.
Los ministerios de Defensa de Brasil y Colombia firmaron una declaración de intenciones para negociar la participación de Colombia en la construcción del avión de carga brasileño KC390 de la aeronáutica Embraer, programa destinado a sustituir el Hércules estadounidense y del que también quiere participar Chile.
«Este es el primer paso en las negociaciones bilaterales (…) que podrá resultar en la implantación de una fábrica de piezas en ese país (para la producción del KC390) y en la compra por parte del gobierno colombiano de 12 aviones», informó Embraer.