El peligroso narcotraficante Edgar Valdez Villarreal, alias «La Barbie», detenido este lunes en México, tenía una gran capacidad de mimetismo que dificultó su arresto y se caracterizaba por imprimir a su organización criminal un nivel de violencia mayor al habitual, destacó hoy un responsable policial.
«No se escondía, se mimetizaba, y por eso fue más difícil encontrarlo», explicó hoy el comisionado general de la Policía Federal (PF), Facundo Rosas, en un encuentro con corresponsales extranjeros.
«Siempre he trabajado solo», indicó en un vídeo distribuido hoy por la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y que registra el interrogatorio hecho al narcotraficante tras su detención. «No recibes ordenes de nadie», dijo sobre su preferencia.
Valdez Villareal, de 37 años y nacionalidad estadounidense (a la que debe su apodo, toda vez que tiene ojos, tez y cabello claros), fue jefe de seguridad del capo Arturo Beltrán Leyva, fallecido líder del cartel que llevaba sus apellidos.
Tras la muerte de éste, se independizó y protagonizó una violenta lucha por el control de parte del territorio que pertenecía a los Beltrán Leyva.
Su nueva organización alcanzó a controlar el sureño estado de Guerrero -tras decenas de muertes- y tenía presencia en los de Morelos, Estado de México, Nuevo León, Tamaulipas, Quintana Roo y el Distrito Federal.
Las alianzas entre carteles son comunes en el México actual, donde unos y otros se ayudan o se atacan entre sí por el control del territorio, en un panorama de amistades y odios siempre fluctuante.
Tras la detención de Edgar Valdez, Facundo Rosas prevé que haya «un reacomodo» de los sicarios que estaban a sus órdenes e incluso una reacción violenta a corto plazo, «aunque a la larga va a disminuir la violencia en la zona».
Además, el responsable policial considera «probable» que otros grupos armados como Los Zetas «pretendan entrar» en las zonas sur y centro del país para intentar ocupar los territorios y rutas que controlaba el narcotraficante estadounidense.
Explicó que la propuesta de la Policía Federal es que primero sea procesado en México «y se dé tiempo para recabar pruebas» en su contra para posteriormente trasladarlo a Estados Unidos, que ya ha solicitado su extradición