La controvertida actriz estadounidense Lindsay Lohan reconoce que ha cometido varios errores en su vida por ser una «irresponsable», pero está convencida de que su carrera está lejos de acabarse, según se desprende de una entrevista que publica hoy la revista Vanity Fair en su web.
«No me importa lo que se diga. Sé que soy una maldita buena actriz. En el pasado era joven e irresponsable, pero de eso se trata hacerse mayor: Aprendes de tu errores», asegura Lohan, que homenajea a la época dorada de Hollywood en la portada del número de octubre de la conocida revista que el jueves sale al mercado.
La joven actriz, más conocida por sus problemas con el alcohol y la Justicia estadounidense que por sus papeles en el cine, explica a la publicación que quiere recuperar su carrera, ya que la interpretación ha sido su «pasión desde que era niña».
«Y, cuando estoy interesada por algo, doy el cien por cien», agrega.
«Quiero el respeto que tenía cuando hacía grandes películas. Y si para ello debo dejar de salir por la noche, lo haré. Igualmente no es divertido. No me importa. Es lo mismo cada vez», asegura Lohan, quien defiende que «jamás» ha tenido adicción a droga o medicamento alguno.
«Había personas que se preocupaban por mí por razones equivocadas. Mucha gente tomaba de mí pero no me daba nada. Estaban conmigo sólo por la fiesta», asegura Lohan, quien argumenta: «(cuando tenía) 18 ó 19 años y contaba con mucho dinero y nadie que me dijera lo que tenía que hacer» todo empezó a cambiar.
«Veo adónde me ha llevado eso y no me gusta», asevera la protagonista de «Mean Girls» (2004) y «Freaky Friday» (2003), quien señala que, en esos mismos años en los que llegó a Los ángeles, miraba los periódicos sensacionalistas, «veía a esas Britneys y demás, y quería ser como ellas».
La actriz abandonó la pasada semana la clínica en la que cumplió 22 de días de tratamiento de rehabilitación por orden judicial.