No se puede prevenir cuándo va a ocurrir un terremoto o alguna desgracia de este tipo. Sin embargo, cada miembro de la familia puede mitigar con calma los impactos.
Cómo actuar:
En cualquier desastre mantenga la calma y elabore un plan de emergencia familiar. Cada miembro debe tener una responsabilidad.
Tenga siempre una mochila de emergencia que contenga: radio portátil y linterna a pilas, botiquín de primeros auxilios, agua embotellada, alimentos enlatados, abridor de latas, fósforos y velas.
Cuando un edificio colapsa, todo cae sobre los objetos o muebles aplastándolos, pero queda un espacio vacío justo al lado de ellos. Este es el triángulo de la vida. Cuando más grande el objeto, más pesado y fuerte es, menos se va a compactar.
Lo mejor es colocarse en posición fetal en ese espacio, al lado de la cama, de un sofá o mueble grande y fuerte. Lleve consigo siempre un pito, eso le ayudará a avisar a los rescatistas que está vivo.
Una vez que dejó de moverse la tierra, desconecte las válvulas de gas y baje los breakers, salga a espacios abiertos, use las escaleras y no el ascensor. Si está en la calle, aléjese de postes y cables eléctricos.
En caso de alarmas de tsunamis, aléjese de las playas y malecones.
Si hay deslaves e inundaciones, evacue rápidamente el lugar.
Si perdió su casa, no la edifique ahí nuevamente.