Las lluvias azotaron esta noche la provincia noroccidental china de Gansu donde, el pasado domingo, un alud de barro sepultó la comarca de Zhouqu y causó al menos 1.117 muertos y 627 desaparecidos, informó hoy la prensa local.
La agencia oficial de noticias Xinhua comunicó esta mañana que existen otras tres personas desaparecidas tras las tormentas en la zona.
Mientras, el Centro Meteorológico Nacional advirtió que el mal tiempo que se avecina puede romper la inestabilidad del lago artificial que bloquea el río Bailong, lo que provocaría nuevas inundaciones en la zona, donde miles de personas entre socorristas y voluntarios buscan a posibles supervivientes.
Se estima que unos 45.000 metros cúbicos de lodo han cubierto la carretera que va de Lianghekou a Zhouqu, y que supone el acceso más corto para enviar ayuda humanitaria, explicó Xinhua.
El diario «China Daily» apuntó que el gobierno provincial ha ordenado una evacuación masiva de residentes a zonas seguras.
La búsqueda de supervivientes entró hoy en su quinto día, y a pesar de que ya se ha cumplido el tiempo de la llamada «ventana dorada», que se refiere a las primeras 72 horas después del desastre, todavía existe la esperanza de encontrar personas con vida.