Un grupo de delincuentes que mantuvo retenida a una familia durante diez horas en un edificio del norte de Buenos Aires terminó por soltar a los rehenes y entregarse sin oponer resistencia tras una larga negociación con la Policía.
Los cuatro delincuentes amenazaron con arrojar a uno de los rehenes por el balcón de un apartamento del sexto piso del edificio que iban a asaltar en el barrio porteño de Palermo.
Los rehenes eran la portera del edificio, su hija y una nieta de 15 años, informaron fuentes de la Policía, que negoció durante horas con los delincuentes.
Un portavoz de la Policía explicó que no hubo riesgo para la vida de los rehenes en ningún momento y adelantó que los delincuentes tenían antecedentes por hechos similares.
La toma de rehenes comenzó a primera hora de la mañana, cuando los delincuentes se percataron de la presencia de patrulla policial alertada por vecinos de que se estaba cometiendo un asalto en el edificio.