El ex vicepresidente de la República, Alberto Dahik, aclaró que no mantiene ningún acercamiento con el Gobierno y que el pedido de amnistía en su favor es un reconocimiento por la persecución política que ha sufrido en los últimos 15 años.
Dahik aseveró que no tiene resentimientos, al tiempo que se defendió de las acusaciones de malversación de fondos reservados en su contra aduciendo que es una persona honrada
Actualmente, el ex segundo mandatario está exiliado en Costa Rica y, en estos años, se ha dedicado a trabajar para mantener a su familia.
Por último, Dahik señaló que su caso no ha tenido parangón en la historia política de un país, porque ha sido juzgado por la desaparecida Corte Suprema de Justicia (CSJ), sin antes haber tenido la aprobación del extinto Congreso Nacional.