El crimen organizado ha causado en México más de 28 000 asesinatos desde finales de 2006, con un nivel «creciente de violencia», pero se han dado golpes «sin precedentes» a su capacidad operativa, afirmó hoy el organismo de inteligencia nacional.
En un foro del «Diálogo por la Seguridad», convocado por el presidente Felipe Calderón en junio, el director del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), Guillermo Valdés, dijo que los costos de operación de los cárteles se han disparado, además de que se han «atomizado» las organizaciones.
Desde diciembre de 2006, cuando asumió Calderón y desplegó a miles de militares para combatir la delincuencia, se produjo «un surgimiento de nuevos grupos y disputas» entre bandas, que en lugares como Ciudad Juárez utilizan también a las pandillas «como mano de obra», dijo Valdés. «Estamos llegado poco más de 28.000 asesinatos.
Según indicó, se han producido importantes decomisos y detenciones que impactaron en la capacidad logística de los grupos, pero ha habido «avances insuficientes» contra el lavado de dinero y en la restructuración de los cuerpos policiales.
Las autoridades confiscaron unos 34.700 vehículos con un valor de 600 millones de dólares entre diciembre de 2006 y julio de 2010, un 157 por ciento más que en igual periodo del gobierno anterior.
Además, se decomisaron unas 84.000 armas, es decir un 200 por ciento más y ocho veces lo incautado a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en ese periodo, dijo Valdés.
Los decomisos de dinero se incrementaron más del 1.000 por ciento, para totalizar 411 millones de dólares y 330 millones de pesos (unos 26,5 millones de dólares).
Desde que asumió Calderón, se han incautado en promedio cada año unas 29 toneladas, casi 6.000 toneladas de marihuana y casi una tonelada de heroína.