El Legislativo y el Ejecutivo han descartado la aplicación de la ‘muerte cruzada’ (disolución de la asamblea y disposición del cargo del Presidente de la República para llamar a nuevas elecciones) como un recursos para resolver el bloqueo al tratamiento de algunos proyectos de Ley fundamentales para el desarrollo del país; sin embargo, al interior aún es necesario conciliar posiciones al interior de la Asamblea.
“Todos necesitamos hacer un mea culpa: la Asamblea, el oficialismo, la oposición y el mismo Presidente, todos debemos buscar acuerdos, formas de aproximación para que la democracia funcione”, indicó el legislador por Alianza Libertad, Paco Moncayo a ANDES.
Uno de los puntos de quiebre de la relación entre el Congreso y a la Asamblea ha sido la aprobación del proyecto reformatorio a la Ley de Hidrocarburos y Régimen Tributario Interno que fue enviada con el carácter de económico urgente y que no pudo ser tramitada por la Asamblea dentro de los plazos previstos.
El Pleno de la Asamblea fue convocado a sesión extraordinaria el domingo 25 de julio con el fin de discutir el la propuesta del Ejecutivo en segundo debate, sin embargo no hubo quórum. La oposición solo logró obtener 60 de las 63 asistencias necesarias para instalar la sesión. Los asambleístas del partido de Gobierno no asistieron.
Sin la discusión de la Ley en la Asamblea, el proyecto legal pasó a regir por el ministerio de la Ley, en medio del rechazo de la oposición parlamentaria que ahora busca el camino para dejar sin efecto las reformas planteadas por el Ejecutivo.
Se baraja la posibilidad de aplicar el tercer inciso del artículo 140 de la Constitución que permite a la Asamblea Nacional que permite “modificar o derogar en cualquier tiempo un proyecto que haya entrado en vigencia por el ministerio de la ley”; otra opción es presentar un proyecto de ley alternativo (para ello se requiere firmas de respaldo). También se plantea presentar una demanda de inconstitucionalidad con base en el informe de minoría.
Pero más allá de esta ley, el legislador Moncayo es partidario de la impulsar un acuerdo mínimo entre el Legislativo y Ejecutivo, “siempre respetando la independencia de las Funciones. Las Leyes deberían ser presentadas de una manera más democrática a todo el país”, dijo y puso como ejemplo la Ley de Educación Superior que ha tenido un amplio debate.
“Estoy optimista de que los asambleístas encontremos la ruta adecuada para no seguirnos trabando. Pero si la oposición, con sus millones, le quieren trabar a la Asamblea tendremos que ir a la muerte cruzada”, señaló por su parte el presidente de la Asamblea, Fernando Cordero, al resaltar el amplio debate que ha tenido la Ley de Educación Superior.
“Esta (La Ley de Educación Superior) es la primera victoria contra la partidocracia. Esta Ley tiene el apoyo de las universidades, de los rectores, de los estudiantes. Pese a las críticas, sin hombre del maletín, pero siendo sensible, permanente, proactiva, permeable, la Asamblea estructuró una Ley que hoy en día tiene el aval de todos. Eso hay que hacer en todas las leyes”, sostuvo Cordero en diálogo con ANDES.
En este sentido, Alvarado consideró que es fundamental no solo responder a los legisladores sino a los ecuatorianos que son sus mandates. “No es suficiente establecer un diálogo legislador con legislador, es necesario establecer, hacia afuera de la Asamblea, algunos mecanismos para que el pueblo esté enterado de lo que pasa al interior de la Legislativo a fin de que puedan exigir una respuesta”, dijo.
La asambleísta lamentó la actitud radical y sin argumentos asumida por los legisladores de oposición. Es por ello que planteó la necesidad de aplicar sanciones, de conformidad con lo dispuesto en la Ley Orgánica de la Función
Legislativa. “Hay que ver en que causales están incurriendo algunos legisladores e incluso establecer la revocatoria del mandato a quién se opone sistemáticamente a la ejecución del Plan Nacional de Desarrollo a la aprobación de las leyes que requiere el país, no el Gobierno”, manifestó en diálogo con ANDES.
Dijo que en la Asamblea se ha gestado “una conspiración” que tendría la intención de destituir al titular del legislativo, a las vicepresidencias y cambiar las estructuras de las comisiones.
Con ella coincidió el presidente Cordero, quien aseguró que en vista de que no lograron desestabilizar al Gobierno, ahora quieren ir en contra de las otras instituciones.
Para Alvarado es necesario recobrar la confianza de algunos legisladores más independientes para establecer una agenda legislativa a mediano y largo plazo. “Este no es un tema de comprometer el voto en una o en otra Ley sino de asegurar un cogobierno”, agregó.
Moncayo también cuestionó la actitud de los sectores de oposición que “han retomado conductas del pasado y, en lugar de que la Asamblea sea un sitio de debate serio y de propuestas ideológicas y conceptos de Patria, la quieren convertir en un circo vulgar que lo único que hace es enviar el mensaje de que somos el viejo Congreso con las mismas mañanas”, enfatizó.