Familiares de ángel Molina, linchado en Cuenca la madrugada del lunes, aducen que es inocente y que le fletaron su carro para realizar «unas carreritas» en la noche y madrugada.
Los pobladores del sector de la Unión Alta, perteneciente a la parroquia Baños, a 8 kilómetros de Cuenca, se levantaron en la madrugada al sonar las sirenas que instalaron en su sector. Según los vecinos, se había vuelto una costumbre que roben cilindros de gas en el lugar. El lunes, los habitantes persiguieron a tres personas y un carro que llevaba alrededor de 25 cilindros en el balde. El chofer del vehículo fue detenido por el populacho. Le pegaron con palos, patadas y puñetes y luego le rociaron gasolina y lo quemaron, hasta que llegó la policía y lo rescató todavía con vida.
La gravedad de las quemaduras provocó su muerte en el hospital «Vicente Corral Moscoso» de Cuenca, horas después. Familiares de ángel Molina, de 40 años de edad, que se vinieron desde el sector de la Josefina, en el cantón Paute, dijeron que el hombre vivía solo por el sector de Totoracocha en Cuenca, y que siempre realizaba trabajos con su camioneta «viejita» a cualquier hora del día. «él no es un ladrón, queremos que se hagan las investigaciones y se sancione a los responsables», dijeron sus allegados, quienes recién en la tarde del lunes se enteraron del fallecimiento de ángel.
En la Policía aún no confirman los antecedentes penales de la persona fallecida, mientras en el hospital regional, el médico Fernando Figueroa, llamó la atención de las autoridades para evitar este tipo de ajusticiamientos, porque según él, hace un mes un hombre que nada tenía que ver en un asalto, fue golpeado por la gente en el centro de la ciudad, mientras el delincuente fugó.